martes, 9 de noviembre de 2010

bebitas

la verdad es que me sorprende el poder que puede llegar a tener algo tan pequeñito e inofensivo.
y es que se nota su presencia nada más entrar a la habitación. el ambiente es distinto.
es liviano.
relajado.
limpio.
la serenidad te envuelve con esa suavidad que tiene su piel, con esa ternura que tienen sus ojos, y es inevitable dejar de mirarlas.

un suspiro suyo se convierte en una sonrisa nuestra, y una sonrisa suya en un suspiro nuestro.

es....sencillamente inexplicable.
bienvenidas al mundo, primitas.
felicidades papás.